Office Building in Hernani Street. Madrid

The new presented building, which dates from 1974 and was built to house the College Cardinal Cisneros although its use has always been the courthouse, aims to transform the corner of Calle General Moscardó where it is located.

The stony and heavy character of the existing building with precast concrete facade will be transformed into a new object with liquid appearance, with a smooth and continuous texture, also vibrant and transparent, since the glass material is read in depth, colored and uncertain, luminous and nuanced.

On the clear facades are opened large gaps as large windows, floating at different levels, entrances or balconies, like large eyes in direct and transparent relationship with the city.

Attending to the volume, the unoccupied corner becomes the entrance to the new building. His two orthogonal facades are opened with two huge cavities, one as the main entrance and another upper as large gazebo with four floors that links the inner work activity and the arrival and far perception from access roads.

With double skin of glass sheets silkscreened and transparent walls outside and inside, is guaranteed, first proper thermal control and adequate energy savings, and in the other hand, adequate light and pleasant intimacy to the work areas.

In the inside the design proposes occupy free plants with flexible distribution of offices and commercial premises located in low. Vertical communication cores are maintained and remodeled finishes and toilets.
The interesting game existing between the courtyards in the center of the plants is reinterpreted with a new spacial language. It is, thereby, created, a polycarbonate ellipsoid through the building which finishes in the sixth floor and has his shot on the cover with a rectangular skylight. Incorporating light on their surfaces enriches the space, turning the central areas into real bright lamps.

El edificio sobre el que se lleva a cabo la actuación, data del año 1.974 y fue construido para alojar el Colegio Mayor Cardenal Cisneros aunque siempre su uso ha sido el de sede de juzgados.

El nuevo edificio de la calle Hernani que presentamos, pretende transformar la esquina con la calle General Moscardó donde se ubica.

El carácter pétreo y pesado del edificio de prefabricados de hormigón existente se transformará en uno nuevo de apariencia líquida, con una textura lisa y continua, pero también vibrante y transparente, puesto que el material de vidrio se lee en profundidad, coloreado y serigrafiado, incierto, luminoso y matizado.

Las incertidumbres del material y la luz hacen vibrar nuestro edificio en esquina, como un espejismo optimista, tanto de día como de noche.
Se pretende crear un contraste entre las edificaciones colindantes y el nuevo edificio evanescente. La ligereza de la escritura arquitectónica puede asegurar esta presencia-ausencia, y puede convertir la aparente desaparición en un espectáculo urbano.

Sobre las fachadas cristalinas se abren unos grandes huecos, como ventanas de gran escala, flotando en diversos niveles, siendo a la vez entradas o balcones, grandes ojos en relación directa y transparente con la ciudad.

La esquina desocupada en su alineación (de obligado cumplimiento según las Normas Urbanísticas), la convertimos en la plaza antesala de ingreso a la nueva edificación. Sus dos fachadas ortogonales se horadan con dos enormes oquedades, siendo una la entrada principal y otra superior un gran mirador de cuatro plantas que pone en relación la actividad y el trabajo interior con la llegada y la percepción lejana desde las calles de acceso.

Con la doble piel de láminas de vidrio serigrafiado exterior y muros de ventanales transparentes en el interior, se garantiza, por un lado un correcto control térmico y un adecuado ahorro energético, y por otro una adecuada luminosidad y agradable intimidad para las áreas de trabajo.

En el interior se proponen unas plantas libres a ocupar con distribuciones ligeras y flexibles de oficinas, previsiblemente dos por planta con un local comercial ubicado en baja. Los núcleos de comunicación vertical se mantienen y remodelan los acabados y aseos.
El interesante juego existente de los patios en el centro de las plantas se remodela con un nuevo lenguaje y concepción espacial. Se propone una reinterpretación del patio citado mediante su formalización a base de un elipsoide de policarbonato que atraviesa el edificio para terminar en planta sexta y tiene su remate en la cubierta con un lucernario rectangular. La incorporación de luz en sus superficies enriquece el espacio, convirtiendo las áreas centrales en verdaderas lámparas luminosas. De esta forma se suministra al centro más separado de las fachadas exteriores la condición de unas nuevas fachadas de luz, en torno a las cuales se crearán espacios de trabajo y reunión.