Parador in Cádiz

The new Parador will be a white cube, open to the west, the Atlantic, the sunset, that frames and guides the common areas to the sea.

This decision to condense into a single volume the whole program and open it to the sea, helps to protect open space from the east wind, enjoy the coolness and moisture of the Atlantic with wind from the west and participates in all the splendor of the Cadiz sunsets.

The new volume of the hotel is also a punch cube as in theis sides where courtyards rooms are open, as in the cover, to allow the existence of large holes that pierce all cover and allow airflow and sun to the large semi-outdoor garden plaza.

The pool is placed as a boundary between the mentioned square-garden and the sea horizon, taking advantage of the sunshine.
Deliberately we ran away from the image of "beach hotel"; our white cube joins to the urban fabric of the historic city of Cadiz, being one more in continuity to the edge of the wall.

The inhabited roof responds to a beautiful poem describing RAFAEL Alberti's room white home in Cádiz:

“Sube, sube, balcón mío,
trepa el aire, sin parar :
sé terraza de la mar,
sé torreón de navío.”

The large area excavated in the white cube is a huge indoor garden space open to the sea, that could be used for all kinds of activities, both relaxing, as entertainment, culture, music, gastronomy, ... etc.

As has been mentioned, both the cover and the perimeter of the large cube are drilled for every yard of the rooms.
In the new Parador each room has a yard, every yard facing the sea, every yard a lemon, ... (Rafael Alberti).
In the rooms on the deck, from the courtyard clients can up to a private roof terrace to see and enjoy the view of the sea.

El nuevo Parador será un CUBO BLANCO, abierto a poniente, al Atlántico, a la puesta de Sol, que enmarca y orienta los espacios comunes hacia el mar.

Con esta decisión de condensar en un solo volumen todo el programa y abrirlo hacia el mar ayuda a proteger los espacios abiertos exteriores del viento de levante, aprovecha el frescor y la humedad del Atlántico con su viento de poniente y participa de todo el esplendor de las puestas de Sol de Cádiz.

El nuevo volumen del hotel es también un CUBO PERFORADO, tanto en sus costados por donde se abren los patios de las habitaciones, como en su cubierta para permitir, no sólo la aparición de patios, sino la existencia de unos grandes huecos que perforan toda la cubierta y permiten la corriente de aire y la entrada de Sol de manera puntual a la gran plaza-jardín semiexterior.
La piscina se coloca como límite entre la mencionado plaza-jardín y el horizonte del mar, aprovechando el soleamiento hasta el último rayo del día.
Deliberadamente huímos de la imagen de “hotel de playa”, nuestro CUBO BLANCO se incorpora a los otros cubos blancos que construyen el tejido urbano de la ciudad histórica de Cádiz, será uno mas en continuidad hacia el borde de la muralla.

La AZOTEA HABITADA del Parador será una más de la ciudad. Responde a un bello poema de RAFAEL ALBERTI al describir la habitación de su casa blanca de Cádiz:

“Sube, sube, balcón mío,
trepa el aire, sin parar :
sé terraza de la mar,
sé torreón de navío.”

El gran espacio excavado en el CUBO BLANCO será una enorme plaza-jardín cubierta abierta hacia el mar, será un PATIO GRANDE gaditano para todo tipo de actividades, tanto de relax, como lúdicas, culturales, musicales, gastronómicas,…etc….
El gran espacio subdividible para congresos se sitúa en planta semisótano y estará preparado para todo tipo de eventos.

Como ya se ha hecho mención, tanto la cubierta como el perímetro del gran cubo están perforados por todos los patios de las habitaciones. En el nuevo Parador CADA HABITACION TIENE UN PATIO, cada patio mira al mar, cada patio un limonero,…(RAFAEL ALBERTI).
En las habitaciones de la cubierta, desde el patio se sube hacia una azotea privada para contemplar y disfrutar de la visión del mar.